De la jubilación a la flexibilización
 
TRABAJANDO LA MEMORIA

 

Los abuelos vuelven al "cole"

A punto de comenzar el curso escolar, la gente mayor que participa en los talleres de entrenamiento de la memoria también prepara su cuaderno, el estuche con el lápiz, la goma, el boli, y sacar punta a los colores que utilizarán en su "cole" de la memoria.

La memoria es como una enorme área de almacenamiento, este trastero donde se guardan todos los artículos que de momento no utilizamos. Está llena de nombres, de fechas, de recuerdos, de las experiencias de toda una vida. Nada ha desaparecido. El problema, a veces, es encontrarlo.

Con la edad se van debilitando los sentidos, la vista, el oído, la sensibilidad táctil, la rapidez de reacciones, de aprendizaje, la atención, la retención de nueva información. Pero no todo el mundo envejece igual y es un mito considerar la vejez como sinónimo de enfermedad. Hay algunos condicionantes que afectan a la memoria:

- Negativamente: la rutina, el desinterés, la falta de atención, la ansiedad, el estrés, los medicamentos, los problemas físicos, económicos o familiares, la falta de ejercicio mental y, sobre todo, el aislamiento.

- Positivamente: la motivación, la salud física, el bienestar psicológico y familiar, el refuerzo intelectual, la relación y la comunicación con otras personas de su entorno.

Para mantenerse mentalmente flexibles, es importante hacer actividades que lo trabajen a nivel individual, como leer y escribir, hacer sopas de letras y crucigramas, pero también participar en grupos como los talleres de desarrollo de la memoria. Les hablaré de mi experiencia.

Los "talleres de memoria y vivencias" para personas mayores

Son actividades que pretenden dar a conocer el proceso de envejecimiento cognitivo, romper tópicos y tranquilizar a la gente mayor. El hecho de hacerse en grupo favorece las relaciones interpersonales de los participantes, disminuyendo la sensación de soledad. En general, ejercitan el lenguaje y la fluidez verbal, la agudeza sensorial, estimulan la curiosidad y el interés por los acontecimientos actuales y promueven el envejecimiento activo, con el objetivo principal de fomentar la autonomía y la calidad de vida. Pero también ayudan a reforzar la propia identidad y, sobre todo, son una buena excusa para disfrutar del tiempo libre y crear nuevos vínculos.

En los talleres se practica la percepción espacial y temporal, se hacen asociaciones, repeticiones, lenguaje, cálculo sencillo, técnicas de relajación, de evocación, sensoriales ... Lo más importante al principio, cuando no se conocen, es crear un ambiente de empatía, relajado, donde nadie se sienta avergonzado ni inferior porque no entienda o no sepa hacer los ejercicios. Se realizan actividades que cohesionan el grupo, que les ayudan a sentirse integrados, a aprender a trabajar en equipo, y que les son útiles después de finalizar el taller. También practican el saber escuchar y respetar los turnos de palabra, y se intentan equilibrar los niveles diferentes de aprendizaje, que van desde personas analfabetas a otros que tienen estudios diversos.

Los llamo "talleres de memoria y vivencias" porque pretendo que las actividades no sean sólo ejercicios de tipo intelectual, sino que todo lo que hagan les produzca cierto eco, que les provoque emociones, que no les deje indiferentes, que los motive, y, sobre todo, que sea un intercambio de experiencias y de aprendizaje mutuo, tanto para ellos como para mí. Por eso empezamos cada sesión haciendo respiraciones, relajación, visualizaciones o concentración, para preparar y vaciar la mente de todos las inquietudes que llevamos de casa, y refrescarla para poder verter le las materias a trabajar ese día. Al principio se sorprenden, en el segundo día lo esperan con ilusión y disfrutan fuerza

Para terminar, quiero compartir la valoración de algunos participantes (se transcribe tal y como lo hicieron ellos):

"Olvidemos las gafas, no recordamos santos ni cumpleaños, se nos olvidan muchas palabras, por eso es necesario ejercitar la memoria con clases que nos hacen hacer ejercicios numéricos, palabras cruzadas, dibujos, etc. También nos ayudan a dialogar con los compañeros, a hacer nuevas amistades, a comentar los ejercicios hechos en casa ... "

"Me cuesta abrirme a los demas, y este curso me ha servido para perder el miedo a hacer el ridículo. Empezamos con la relajación que es muy positiva, he repasado cálculo, estamos aprendiendo a memorizar, que es lo que más me cuesta, solo me Acuerdo de lo Primero y lo último. También me ha recordado mí niñez. .Éramos tan felices con tan poco ... Gracias por hacernos pasar tan buen rato y hacernos "sentir joven".

 

Fuente: http://www.lagentgran.cat